10/16/2006

CONSEJO DE SEGURIDAD DE LA O.N.U

CHILE SE ABSTUVO !!!

Pese a declaraciones el Miércoles pasado de nuestro
Embajador
ante las Naciones Unidas

Heraldo Muñoz descartando dicha opción...

¿Algo que agregar...?

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Sr. Embajador Heraldo Muñoz:
¿Dónde quedó la palabra empeñada?

Carlos S.
Conchalí

5:28 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

VOTO DE LA PRESIDENTA BACHELLET

UNA POSICIÓN POCO DECOROSA





Hernán Montecinos

Escritor-ensayista





¡Y se descorrió el telón!.. Contra todas las predicciones, la presidenta Bachellet terminó por inclinarse por la abstención para elegir miembro No Permanente al Consejo de Seguridad de la ONU. Un modo elegante de sucumbir ante la intensa campaña de la derecha, la Democracia Cristiana, Estados Unidos, y las Fuerzas Armadas para que Chile no votara por el candidato representante de Venezuela



Como haber votado por Guatemala aparecía demasiado impresentable, con el voto de abstención la presidenta hizo la de Pilatos, un olímpico lavado de manos.



Hay que señalar que las predicciones eran tales, que hasta los propios personeros de derecha en los medios de comunicación, hasta última hora, se mostraban convencido que la presidenta iba a votar por la candidatura de Venezuela. Y no dejaban de tener razón porque tal postura era la lógica, no sólo por afinidades políticas de izquierda de la presidenta con el proceso revolucionario bolivariano que se está llevando a cabo en Venezuela, sino sobretodo, por conveniencias geopolíticas de acercamiento y mayor integración con los países sudamericanos. Y eso sin dejar de nombrar las posibilidades de tener a la mano fuentes energéticas en condiciones favorables para nuestro país, en momentos de escasez y falencia de tales vitales elementos. Por lo demás Chávez, en su momento, con la solidaridad y generosidad de que ha hecho gala con aquellos países políticamente "progresistas", ya había hecho este ofrecimiento.



Vista así las cosas el tema quedaría congelado en el frío cálculo del análisis puramente político y económico. Sin embargo, existen razones de fondo, tanto o más poderosas que éstas, y que dicen relación con gestos de reciprocidad y también, porqué no, hay que decirlo con todas sus letras, con razones éticas.



Quiero señalar, en primer lugar, que mis padres desde chico me enseñaron que había que ser agradecido con aquellos a quienes se debía agradecer. Con Venezuela habían sobradas razones para haberle dado una vuelta de mano por las muchas cosas que Venezuela ha hecho a favor de Chile y los chilenos. Ahí están como claro testimonio una férrea solidaridad con los miles de chilenos que fueron acogidos allí, cuando tuvieron que forzosamente exiliarse a propósito de la dictadura de Pinochet. Y esa solidaridad con el pueblo chileno no ha parado, se sigue manteniendo incólume ahora con el presidente Chávez. Los cientos de chilenos que hasta ahora han podido operarse de la vista en Venezuela en forma totalmente gratuita, es un elemento más, entre tantos otros, que expresan la continuidad de los gestos solidarios de Venezuela hacia nuestro país. No está demás recordar el papel decisivo que jugó el presidente Hugo Chávez para que fuera elegido como Secretario General de la OEA, el chileno José Miguel Insulza. Y si queremos recurrir a la historia, tendríamos que empezar a remitirnos al tiempo de Andrés Bello, ilustre e insigne intelectual venezolano que tanto hizo y aportó a la educación en nuestro país. Bueno, y así sucesivamente, con varios etcéteras.



En fin, por donde quiera que se le mire, no había razón alguna para que Chile no votara por Venezuela. Se esperaba esta vez que la señora presidenta no volviera a repetir el lastimoso y grotesco papel de su antecesor Lagos cuando éste, habiendo proclamado a todos los vientos de que nuestro país no se iba a prestar más para ser parte del ritual condenatorio contra Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, propiciado año a año por Estados Unidos, sin embargo, en la undécima hora por presiones del país del norte y por su propio lacayismo, terminó votando en contra de Cuba, otro país como el que más, al igual que Venezuela, los chilenos tanto le debemos por su actitud siempre solidaria hacia nuestro pueblo.



Lamentablemente la señora presidenta, en esta ocasión, volvió a repetir tan impresentable gesto. Y si digo esto, es porque hasta última hora desde las más diversas fuentes de gobierno se dijo y se aseguró que lo único que no iba a ser el gobierno de Chile era abstenerse. Y otra vez, en la undécima hora, la sombra de la maldición de Malinche se hace carne ahora en nuestra propia presidenta, y de allí su anunció "por el interés de Chile" (¿) de su abstención. Una verdadera bofetada a Venezuela y su pueblo que desmerece a la señora presidenta, no poniéndose a la altura de una verdadera estadista en la que deben primar claros principios éticos y actuar con reciprocidad y con la más elemental de las lógicas.



A este propósito, en el círculo de mis amistades, siempre señalé que estaba en un proceso de observación respecto al papel que iba a tener la actual presidenta. Y a pesar de que algunos de mis artículos la alcanzaron con mi crítica, siempre en lo más íntimo tuve la escondida esperanza que la señora Bachellet iba a ser distinta a aquel buen administrador de la derecha económica, el inefable Ricardo Lagos. Así, pese haber votado nulo en la segunda vuelta, aquella que la catapultó a la presidencia, mantenía la secreta esperanza de que iba a tener coraje y la suficiente voluntad política para que de verdad nos ofreciera posibilidades distintas a sus antecesores. Concomitante con esto, le señalé a mis amigos que si la señora Bachellet, en la ocasión, votaba por Venezuela quería decir que había pasado la prueba. Pero lamentablemente, no fue así, no se atrevió a dar el salto, quedando empantanada ahí mismo, entrampada en los estrechos y espurios círculos de la élite política, que es lo mismo decir la no política, o mejor aún, comprometida con la política, allí en el lugar en donde ésta se hace más sucia.



Pero a fin de cuentas, bien mirada las cosas quizás fui demasiado ingenuo para hacerme esperanzas, que una vez más me han resultado truncas. Esta terrible verdad se me acrecienta cuando repaso y repaso una de las declaraciones de nuestro insigne poeta y ensayista, Premio Nacional de Literatura", Hernán Uribe en aquella parte que dice: "Chile se ha convertido en un país en donde abundan los traidores y las traiciones". Y yendo más lejos aún, rubrica sus dichos con una gran metáfora: "Chile no existe".



Con toda aquella suciedad en la que se hace la política chilena, no dejo de encontrarle la razón al poeta.

12:08 p. m.  
Blogger Byron Ronquillo Narváez said...

Pero si hasta la tarotista que consultaron dijo que no se iba a abstener¡¡¡¡ je,je si pues que mas queda sonreír nomás, total vivimos de apariencias y del miedo al que diran....
como era lo que estaba tarareando... emmm ya¡

uté no es naaa ni chicha ni limonaaaaa¡

vimonos

4:54 p. m.  

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