3/30/2007

ATENCIÓN PUEBLO PPD !!!
Transcribo carta de Manuel Vergara
y Luisa Toledo ,

en un nuevo aniversario
de la muerte de sus hijos:

Eduardo y Rafael Vergara Toledo

Fuente: La Nación

La carta de los padres Vergara Toledo
“Tenemos que aprender a ser generosos, dejar las trabas atrás; ser sencillamente consecuentes con nuestros principios, con nuestro ser; seguir adelante sin mirar atrás, sin mirar lo perdido; Porque más adelante, en un futuro no muy lejano, tendremos la felicidad de estar juntos, de ser uno sólo y seremos felices; seremos tan dignos de la felicidad”.
Así comenzaron una carta los padres de Eduardo, Rafael y Pablo (asesinado, el 5 de noviembre de 1988, junto a Araceli Romo, en el Cerro Mariposas de Temuco, a los 25 años) emitida ayer durante la conmemoración del Día del Joven Combatiente. La cita corresponde a un párrafo de la misiva que les envió en 1984 su hijo Rafael.
“Un año más ha pasado en nuestra historia como pueblo y ha habido malas y buenas noticias o hechos en esta porción de tiempo. Un año que a nosotros, como familia nos ha acercado a marzo, la fecha del asesinato de nuestros amados Rafael y Eduardo Vergara Toledo. Reconocemos que estamos un año más cansados, un año más desalentados, un año más tristes que el año anterior, un año más viejos, sin ninguna certeza de ser más sabios”, continúan Manuel Vergara y Luisa Toledo.
Luego agregan que los carabineros que están acusados del homicidio de sus hijos “estuvieron una semana presos en lugares de la institución de Carabineros y dejados en libertad bajo fianza”, cada uno pagó 50 mil pesos por ella.
Los padres sólo estamparon querellas criminales y no civiles. “Todos ustedes saben desde siempre que nosotros no vamos a recibir nunca un peso por nuestros hijos, lo que queremos es que se haga justicia”, argumentaron en la carta.

4 Comments:

Anonymous Anónimo said...

http://www.lainsignia.org/2007/marzo/
La Insignia - Madrid,Madrid,Spain
30 de marzo del 2007



Chile
Prats, Frei y los televisores

Arnaldo Pérez Guerra
Punto Final / La Insignia. Chile, marzo del 2007.


El ministro Cornelio Villarroel dictaminó que el lanzamiento al mar de cuerpos de los detenidos desaparecidos en La Moneda no configuraba un delito de "lesa humanidad", sino sólo una falta al código sanitario. Cerca de mil cuerpos de detenidos habrían sido lanzados al mar después de 1978, en la operación "retiro de televisores". Villarroel absolvió a tres oficiales y cinco suboficiales retirados que habían sido procesados y acusados de exhumación ilegal. A los detenidos de La Moneda el 11 de septiembre de 1973 se les trasladó al regimiento Tacna, y fueron asesinados dos días después, en Peldehue. Sus cuerpos fueron arrojados a un pozo seco y les lanzaron granadas para despedazarlos.
Villarroel fundamentó que la acción penal está "prescrita". El propio dictador Augusto Pinochet ordenó, a comienzos de diciembre de 1978 -luego de los hallazgos de los Hornos de Lonquén-, exhumar cadáveres de opositores políticos para desaparecerlos definitivamente. En Peldehue la operación fue dirigida por el jefe de la Sección II de inteligencia del regimiento Tacna, capitán Luis Fuenzalida Rojas, bajo la supervisión del entonces comandante del Tacna, coronel Ricardo Canales Varas. Se estableció que la orden de Pinochet fue ejecutada por la II División del Ejército, a cargo del comandante de la guarnición de Santiago, general Enrique Morel, quien la transmitió al comandante del grupo de artillería del Tacna, mayor Joaquín Molina Fuenzalida.
Otro caso prácticamente esclarecido es el asesinato en Buenos Aires del general Carlos Prats y su esposa, Sofía Cutberth, que investiga el juez Alejandro Solís. El juez acusó a ocho ex agentes y pronto dictará sentencia de primera instancia. Además del general Manuel Contreras Sepúlveda y del brigadier Pedro Espinoza, acusados en calidad de "autores, jefes en el delito de asociación ilícita en concurso real con el doble homicidio calificado", al general Raúl Iturriaga Neumann, ex jefe del departamento exterior de la DINA; al brigadier José Zara Holger y al coronel Christoph Willike Floel, quienes ocuparon cargos de dirección en el aparato exterior de dicha asociación ilícita. Otros acusados son el ex agente civil Jorge Iturriaga Neuman, el suboficial de inteligencia Reginaldo de la Cruz Valdés, y Mariana Callejas Honores.
En el caso por el homicidio del ex presidente Eduardo Frei Montalva, la universidad belga de Gante determinó la presencia de "gas mostaza" en los tejidos y órganos del mandatario fallecido el 22 de enero de 1982, tras ser sometido a una operación de hernia al hiato. El juez Madrid recibió el informe que no determinó si el gas fue la causa directa de la muerte. Madrid se encuentra determinando si el arma química influyó en el rápido deterioro de salud del ex presidente. Se sabe que médicos que se desempeñaban en la Clínica Santa María, donde fue operado Frei, eran agentes de la DINA. Muchos esperan que con la muerte Augusto Pinochet el "pacto de silencio" de ex agentes y torturadores definitivamente se rompa.

Agentes de la Brigada Lautaro
Procesados por su participación en la brigada Lautaro y los crímenes de calle Conferencia y en el cuartel de Simón Bolívar 8630, se encuentran el ex miembro de la Junta Militar, general César Benavides, los brigadieres Antonio Palomo Contreras, Miguel Krassnoff Marchenko y Carlos López Tapia, los coroneles Juan Morales Salgado y Carlos Mardones Díaz, el teniente coronel Federico Chaigneau Sepúlveda, el mayor Luis Felipe Polanco, la teniente Gladys Calderón Carreño, y los suboficiales Pedro Bitterlich Jaramillo, Manuel Obreque Henríquez, Eduardo Oyarce Riquelme, Orlando Torrejón Gatica, Elisa Magna Astudillo, Guillermo Ferrán Martínez, Jorge Escobar Fuentes, René Riveros Valderrama, Carlos Marcos Muñoz y Jorge Pichunman Curiqueo, además del agente civil Eduardo Garea Guzmán, pertenecientes al Ejército. Además, los suboficiales Sergio Escalona Acuña, Bernardo Daza Navarro, Orlando Altamirano Sanhueza y Jorge Manríquez Manterota y las ex agentes Celinda Aspé Rojas, Teresa Navarro Navarro, Berta Jiménez Escobar y Adriana Rivas González, pertenecientes a la Armada. Los suboficiales Eduardo Cabezas Mardones, Jorge Díaz Radulovich, Eduardo Díaz Ramírez y Jorge Arraigada Mora, y la ex agente Ana Vilches Muñoz, de la Fuerza Aérea. De Carabineros, el teniente coronel Ricardo Lawrence Mires y los suboficiales Heriberto Acevedo Acevedo, Gustavo Guerrero Aguilera, Claudio Pacheco Fernández, Jorge Sagardía Monje, José Sarmiento Sotelo, Emilio Troncoso Vivallos, Italia Vacarella Giglio, Héctor Valdebenito Araya y Orfa Saavedra Vásquez.

3:29 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Eduardo, Rafael y Pablo Vergara Toledo

29 de Marzo de 1985

Chile

Eduardo, de 20 años, y Rafael, de 19, militantes cristianos, son asesinados en Villa Franca, población de Santiago. La versión oficial es la de "delincuentes muertos en enfrentamiento". Los testigos han visto correr desesperadamente a los hermanos, seguidos por carabineros. "Cuando estuvieron en su mira, les dispararon inmisericordemente", denuncian. Cuando las balas destrozan el corazón de Eduardo, Rafael se vuelve para socorrerlo, pero una ráfaga lo detiene. Vivos aún, los patean brutalmente y los rematan. Manuel y Luisa, sus padres, afirman: "Nosotros quisimos trasmitirles valores, conductas de preocupación por los oprimidos. Desde chicos los llevamos a jornadas y manifestaciones. Después, respetamos sus decisiones.

Las motivaciones de nuestros hijos fueron religiosas. Sabían que vivir el Evangelio implicaba cambios profundos en el hombre y en la sociedad." Manuel fue presidente nacional de la Juventud Obrera Católica y ahora, con Luisa, son miembros de la comunidad Cristo Liberador e integran organismos de derechos humanos. Y Manuel sigue contando: "En 1982 comenzamos a sufrir directamente la represión.

Eduardo es detenido y golpeado por carabineros y expulsado de la universidad. Rafael es apresado durante una marcha, herido en los funerales de un poblador de La Victoria y expulsado del liceo... Pablo, el mayor, y Ana, la más pequeña, son encarcelados y golpeados. En 1984 nuestra casa es allanada dos veces. Nos roban y rompen todo. A cada acto de represión, respondemos con una denuncia. Como queremos para nuestro pueblo ¡justicia! Después del asesinato de sus hermanos, Pablo y Ana deben salir del país. Sus cartas expresan ternura, dolor y compromiso cristiano. Hasta que Pablo entra clandestinamente a Chile y muere en Temuco, por la explosión de una bomba, después de incorporarse al Movimiento de Izquierda Revolucionaria. La eucaristía en torno a Pablo es presidida por obispos y sacerdotes: "Estamos rezando para que Pablo nos dé ánimo y fortaleza, nos nueve en la fe, en la esperanza y en el amor fraterno, solidario...", dijo el Vicario de la Zona Sur de Santiago, Felipe Barriga. Rafael y Eduardo murieron en 1985 y Pablo en 1988. La sangre de los hermanos Vergara Toledo unida a la de centenares de mártires hará que florezca la paz y la justicia en tierra chilena.

6:02 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

http://www.lanacion.cl/
Sábado 31 de marzo de 2007

Corte mantiene condena contra responsable del crimen de Joan Alsina
El tribunal estimó que correspondía la pena de cinco años contra el coronel (R) del Ejército, Donato López Almarza, el único inculpado de la patrulla que participó en el ilícito que sigue con vida. Tras ser asesinado, el cuerpo sin vida del sacerdote español fue lanzado a las aguas del río Mapocho.



Agencias
La Corte de Apelaciones confirmó hoy la condena a cinco años y un día de prisión al coronel (R) del Ejército, Donato López Almarza, por el asesinato del sacerdote español Joan Alsina Hurtos, perpetrado días después del golpe de Estado de 1973.
La sentencia del tribunal de alzada reafirma el fallo de primera instancia en el caso dictado por el ministro Jorge Zepeda, quien imputó al ex uniformado por el delito de homicidio calificado.
En su dictamen, la Corte consideró el caso como "un delito de lesa humanidad", al que corresponde aplicar normas del derecho internacional.
El mayor (R) López –único sobreviviente de la patrulla que dio muerte a Joan Alsina- comandaba un destacamento del Regimiento Yungay de San Felipe que viajó a Santiago para reforzar las acciones militares de las primeras semanas de la dictadura.
Alsina fue detenido por efectivos de ese regimiento en el Hospital San Juan de Dios, donde trabajaba, quienes lo trasladaron hasta el Internado Nacional Barros Arana (INBA) en Quinta Normal. En ese liceo, el personal del Yungay tenía su campamento y allí se mantuvo por esos días a un número indeterminado de detenidos.
El 19 de septiembre, tras haber sido torturado, fue llevado al Puente Bulnes, sobre el río Mapocho, donde, por orden de López Almarza, un recluta de 18 años, Nelson Bañados, le disparó siete balazos desde corta distancia.
Días después el cadáver de Alsina fue encontrado aguas abajo y las autoridades militares afirmaron que se trataba de un "terrorista" que había muerto en un enfrentamiento con una patrulla.
Al momento de su muerte, el sacerdote pidió al recluta Bañados que no le vendara los ojos, para poder bendecirlo y darle el perdón, según confesó el propio recluta al sacerdote Miguel Llodrá, que investigó personalmente la historia del cura Alsina.
Bañados ratificó después la versión en el juicio por el asesinato y tiempo después, agobiado por los remordimientos, se suicidó.
También murió el coronel Mario Caravés, que como capitán comandó la patrulla que detuvo al sacerdote, lo torturó y después lo condujo al puente.


QUE BARATO SALE MATAR EN CHILE.

12:28 p. m.  
Blogger Colomba said...

Debes ser la unica persona en el PPD que le da tanta importancia a los derechos humanos, quizas dejan que lo hagas para gargarear con sus discursos aburridos de diversidad, no a la discriminacion y otros que gustan de parlotear mientras roban

10:02 a. m.  

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