5/28/2008

ATENCIÓN AMIG@S DEL PUEBLO PPD !!!
Porque ciertamente Chile necesita urgentemente tener una nueva Constitución, democrática e inclusiva, les hago extensiva esta invitación envíada por nuestro amigo Julio Frank.

Valeria Bustos Arriagada
Vice-Presidenta Regional Metropolitano PPD
Pre-Candidata Concejala por Santiago

Nuevo esfuerzo por
una Asamblea Constituyente

Diversos sectores sociales han convocado para el 7 de junio próximo a la asamblea fundacional del Movimiento para la Democracia y la Justicia Social, relevando a otros -incluyendo partidos políticos- que demandan una Constitución democrática pese a la indiferencia oficialista y mediática, y la falta de líderes.
La redacción de una Constitución Política de Chile auténticamente democrática ha dejado de ser un simple deseo de pequeños segmentos postergados por el actual sistema político para transformarse en una propuesta concreta de sectores ciudadanos cada vez más amplios. A pesar de que no cuenta aún con el favor de los políticos dirigentes ni la venia de gran parte de los medios de comunicación, constituye una realidad que viene tomando cuerpo desde el año 2002 y que han aceptado incluso –aunque discretamente todavía- los partidos de la Concertación.

He aquí un somero recuento de esos esfuerzos, todos ya descritos en esta página.

Ciudadanos por una Asamblea Constituyente

El 26 de noviembre de 2002, un grupo de estudiantes universitarios, encabezado por el profesor de Derecho Eric Eduardo Palma, creó en Talca el movimiento “Chile a la Carta”, con el fin de promover la elección de una asamblea constituyente que redactara una nueva Constitución. Tres años después, en noviembre de 2005, sus integrantes realizaron un simulacro de plebiscito en la Plaza Italia de Santiago, en el cual 1.351 personas se definieron por mantener la actual Carta Fundamental o redactar una nueva vía asamblea constituyente. El 97,7 por ciento de los consultados, según el cómputo del grupo, eligió esta última alternativa.

Un mes más tarde, el 14 de diciembre de 2005 –recién cumplida la primera vuelta presidencial-, la Fundación Instituto de la Mujer y el Movimiento Pro Emancipación de la Mujer Chilena (Memch) ofrecieron en Santiago, con el aporte de la fundación alemana Heinrich Böll, un seminario denominado “Pacto Ciudadano para la Constitución que queremos”. En marzo del año siguiente publicaron una relación del mismo en el libro “Sociedad civil y nueva Constitución: hacia un pacto ciudadano para la Constitución que queremos”, que contiene fundamentos jurídicos, políticos y sociales para una nueva Constitución y una asamblea constituyente, y que probablemente sea el primer esfuerzo ciudadano sistemático sobre este tema en la presente década.

El 21 de julio de 2007 fue presentado públicamente en Santiago el movimiento “Ciudadanos por una Asamblea Constituyente”, encabezado por el abogado de Derechos Humanos Roberto Garretón y el sociólogo Gustavo Ruz, que llamó a marcar el voto (no a anularlo) con una consigna alusiva en las próximas elecciones municipales. Su convocatoria fue acogida, entre otros adherentes, por el ex juez Juan Guzmán Tapia, el precandidato presidencial socialista Jorge Arrate, el ex Canciller Enrique Silva Cimma, el presidente de la Anef, Raúl de la Puente; el entonces presidente de la Fech, Giorgio Boccardo; el ex candidato presidencial Tomás Hirsch y varios parlamentarios en ejercicio de la Concertación: Alejandro Navarro, Nelson Avila, Jaime Gazmuri, Marco Enríquez-Ominami, René Alinco, Alejandro Sule y el ahora independiente Alvaro Escobar. Fue presentado en el Palacio Ariztía (facilitado por la Cámara de Diputados) y organizó después una jornada de reflexión y una cena solidaria.

Los tres movimientos, sin embargo, no están activos hoy, básicamente por problemas de financiamiento u organización, pero han dejado valiosos precedentes. Un cuarto, denominado Movimiento para la Democracia y la Justicia Social (
MDJS), ha convocado a una Asamblea Fundacional para el 7 de junio próximo en Santiago.

También la Concertación

El 12 y 13 de octubre de 2007, la Democracia Cristiana realizó su Quinto Congreso Ideológico, que declaró: “Creemos necesario abordar un conjunto de cambios y reformas constitucionales que hacen indispensable una nueva constitución, todo esto en la idea de proceso. El procedimiento dependerá del proceso y la DC asume esto como tarea urgente y central, de socialización, sumatoria, articulación y logros” (N° 126, Acuerdos del Quinto Congreso Ideológico y Programático).

El 14, 15 y 16 de marzo del presente año, el Partido Socialista desarrolló su XXVIII Congreso General Ordinario, que concordó en trabajar por una nueva Constitución, partiendo por “un proceso que congregue a connotados juristas, intelectuales y actores sociales que se plantee el tema de pensar y proponer una Constitución Política para el siglo XXI”, según indica el documento oficial previo (no fue posible encontrar los acuerdos mismos en la página web del partido). Un sector de la colectividad es partidario incluso de una asamblea constituyente.

El 14 y 15 de marzo de este año, el Partido Por la Democracia realizó su XXVIII Consejo Nacional Programático. Aunque sus acuerdos hablan de “reformar la Constitución Política para dar origen a un sistema semipresidencial”, el documento para la discusión previo propone “dotarnos de una nueva Constitución Política, que tenga la legitimidad de las constituciones democráticas, fruto de las mayorías y del consenso político, aprobada por la ciudadanía en un proceso electoral verdaderamente democrático”.

Otras entidades

En noviembre de 2007 (8 al 10), la Cumbre por la Amistad e Integración de los Pueblos Latinoamericanos sostuvo en su Manifiesto de Santiago que “la lucha democrática debe fortalecer los procesos constituyentes y la creación de una nueva institucionalidad que considere el rol protagónico del movimiento sindical, de los trabajadores de la ciudad y del campo, de los pueblos indígenas originarios y del conjunto de las fuerzas sociales”.

Al mes siguiente (7 al 10 de diciembre), el Primer Congreso Nacional de Derechos Humanos, realizado en Santiago, determinó “la necesidad de la refundación política y jurídica de Chile a través de una Asamblea Constituyente que tenga por objetivo la elaboración de una nueva Carta Fundamental”, así como “dar inicio de manera democrática y participativa al proceso social que derive en la conformación de una Asamblea Constituyente”.

El pasado 1 de mayo, en el acto central del Día Internacional del Trabajo, el presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Arturo Martínez, anunció que “trabajaremos por una nueva Constitución Política para Chile, aprobada por un referéndum, donde cada ciudadano vote informado y en conciencia” y llamó a “un gran acuerdo político y social”.

También en la Iglesia Católica hay preocupación por la situación política. El 30 de abril, en Rancagua, el presidente de la Conferencia Episcopal, obispo Alejandro Goic, dijo en su homilía que “compatibilizar justicia social, democracia verdaderamente participativa y libertad responsable son los caminos de Chile al inicio del tercer centenario”.

¿Qué falta?


Aun con iniciativas ciudadanas inconclusas y sin tener claro cuándo y cómo partirán los respectivos procesos anunciados por los partidos concertacionistas y la CUT, lo concreto es que la necesidad de una nueva Constitución Política para Chile ha despertado y ha sido fundamentada.


Lo que falta son líderes que, superando la presión o conveniencia política, laboral o económica, pongan manos a la obra. Ojalá –si no es mucho pedir- estadistas.


Julio Frank S.

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