Declaración de Directiva Nacional del PPD
1) El PPD se hace cargo de la crisis que atraviesa y resuelve enfrentarla decididamente, en todas sus dimensiones.
Algunos miembros de nuestra colectividad se han visto afectados por acusaciones de irregularidades; nuestra decisión es respaldar que cada una de esas acusaciones sea investigada y clarificada ante el país. El PPD no hace defensas corporativas y confía en que la justicia y los órganos respectivos esclarezcan estas situaciones.
Asumimos la presunción de inocencia de los afectados y deseamos que tengan éxito en su defensa.
2) Con la misma fuerza, el PPD es contrario a la cacería de brujas y a las acusaciones irresponsables. Pensamos que la justicia debe operar igual para todos, castigar a los culpables pero también reconocer a los inocentes.
El PPD reconoce que, más allá del resultado de estos casos específicos, dichos casos han revelado problemas del sistema político que estamos resueltos a enfrentar: la falta de transparencia que persiste en el financiamiento de las campañas, la discrecionalidad en la asignación de ciertos fondos públicos, el desempeño de personas sin mérito suficiente en cargos de responsabilidad, las prácticas clientelistas y sectarias. Estas falencias son de la sociedad chilena en su conjunto y no es justo atribuírselas al PPD, sin embargo, como partido nos autoimponemos la tarea de contribuir con toda nuestra fuerza a cambiar estas situaciones.
3) El PPD hace un llamado a la unidad de todos sus integrantes; en nuestro partido nadie sobra, tanto en los momentos buenos como en los malos. Hemos enfrentado muchas adversidades en el pasado y eso nos dará fuerza para enfrentar este momento. Esta nueva dirección, elegida por amplia mayoría y en ejercicio hace 5 meses, está comprometida a iniciar un proceso de reestablecimiento de las confianzas y hacer sentir a cada integrante del Partido la consideración que se merece.
Para que esto tenga una concreción precisa se requiere:
a) Iniciar un proceso que – respetando la institucionalidad del Partido – garantice la adecuada participación y representación a cada integrante y/o corriente de opinión en la toma de decisiones, siempre teniendo como fundamento la democracia interna.
b) El PPD ha realizado y realizará a través de su Presidente conversaciones y diálogos tendientes a garantizar la unidad y cohesión del partido en el marco institucional vigente
c) Para reforzar y garantizar un adecuado comportamiento público de cada uno de los militantes del Partido se propone:
· la reactivación de la Comisión de Ética del Partido, la cual deberá estar integrada por hombres y mujeres de reconocida e intachable trayectoria pública
· el respaldo al Tribunal Supremo y nuestra decisión de fortalecerlo en tanto éste es el garante de nuestra convivencia interna.
d) El PPD inicia a partir del próximo Consejo General, cuya realización queda ratificada para el 24 y 25 de noviembre, un proceso de profunda reflexión y renovación de las bases políticas que dan sentido y fundamento a su acción pública que culmine en el plazo de seis meses con una propuesta de fortalecimiento institucional y politica que ponga al día el Partido con la sociedad chilena, asumiendo las características de una organización moderna, inclusiva, plural, democrática y que considera la ética pública como fundamento de su existencia.
4) Respaldamos con fuerza lo obrado por nuestro Presidente Sergio Bitar y, particularmente, su declaración del día de ayer apoyada por unanimidad hoy. Entendemos que el sentido de esa declaración es atenernos a nuestra institucionalidad y fortalecerla, estableciendo que todo militante de nuestro partido debe sujetarse a los órganos y normas internas, no debilitarlas arrogándose atribuciones que no le competen.
Las palabras del Presidente constituyen una ratificación de la institucionalidad y un llamado a todos a respetarla y mejorarla. Sólo fortaleciéndola saldremos adelante. Las fechas, formas y condiciones con que el Tribunal Supremo tomará sus decisiones son atribución exclusiva de éste.
5) Le solicitamos al Tribunal Supremo que elabore una normativa clara y completa respecto a las medidas que adoptará cada vez que militantes se vean envueltos en acusaciones. Queremos que todo miembro de esta colectividad sea sometido a las mismas normas, independientemente de su rango o perfil público. Dicha normativa deberá establecer en qué circunstancias se suspende la militancia de una persona y cuando corresponde que se suspenda el desempeño de cargos directivos.
6) Valoramos la decisión de los vicepresidentes Girardi y González de suspender el ejercicio de sus cargos. Pensamos que su actitud es un paso adelante para permitir el adecuado funcionamiento del partido y no afectarlo por las situaciones que ellos están atravesando.
7) El Partido Por la Democracia (PPD), como su nombre lo indica, sitúa al régimen democrático en el centro de la organización de la vida política, económica y social. Considera, asimismo, que la democracia es un sistema en construcción y perfeccionamiento continuo, que se inicia, pero no se agota, en la elección libre e informada de los representantes de la ciudadanía en los poderes ejecutivo y legislativo.
Desde su inicio el PPD ha luchado por la recuperación y la profundización de la democracia. En esa lucha ha venido planteando sistemáticamente que nuestro sistema político adolece de imperfecciones que limitan el ejercicio de los derechos de la ciudadanía. Tales imperfecciones, desgraciadamente, son múltiples, lo que nos obliga a abordar distintos aspectos de la generación y uso del poder delegado por los ciudadanos en los organismos de representación superior e intermedia.
Creemos que las denuncias de clientelismo político y malas prácticas en el ejercicio del poder dan cuenta de una realidad que se origina en estas imperfecciones sistémicas, por lo que su solución definitiva, que no puede esperar y que el PPD como partido democrático y ciudadano no cesará de impulsar, requiere de acciones, a lo menos, en los siguientes ámbitos.
a) Reforma del sistema electoral. El sistema binominal que hoy nos rige limita inaceptablemente la representación de las minorías y concede a la negociación de las superestructuras partidarias un poder desproporcionado en la determinación de los representantes populares a expensas del veredicto ciudadano. Para modificar esta situación requerimos legislar sobre la inscripción automática y el voto voluntario, el derecho a sufragar de los compatriotas que residen en el exterior, la ampliación del número de candidatos que pueden postular a los cargos a llenar, ña participación creciente de las mujeres y la adecuada inclusión de las corrientes de opinión minoritarias.
b) Reforma a la ley de los partidos políticos. Dicha reforma debe incluir la certificación oportuna de los padrones electorales por parte del Servicio Electoral (Servel), elecciones directas de las autoridades partidarias por parte de la base militante y simpatizante debidamente supervisadas y fiscalizadas por el Servel, informadas y dotadas de un financiamiento limitado y transparente.
c) Revisión de las normas que regulan el financiamiento público de los partidos políticos para que las corrientes de opinión que representen a la ciudadanía puedan tener una expresión orgánica que cuente con los medios mínimos para un funcionamiento institucional adecuado.
d) Las campañas electorales deben ser reguladas de forma de eliminar la influencia del dinero y garantizar igualdad de condiciones para competir. Para ello, somos partidarios de entregar acceso equitativo a la publicidad radial y en medios escritos a todo candidato y con financiamiento público. De igual manera, la campaña en la vía pública debe regularse determinando lugares definidos y limitados para la propaganda y financiando los gastos con fondos públicos que se entreguen en forma equitativa. Además, las campañas deben limitarse efectivamente a los tiempos definidos por la ley.
e) Término de las prácticas de clientelismo político en cualesquiera de sus formas, lo que requiere reformas en los siguientes ámbitos: 1.- La función pública debe ser eminentemente profesional reduciendo drásticamente los cargos de confianza política, 2.- Los fondos de asignación directa deben restringirse a casos estrictamente excepcionales,3.- Deben regularse profundamente las prácticas de lobby, 4.- tráfico de influencias, 5.- conflictos de interés en los que pudieran incurrir los representantes de la ciudadanía.
f) Por último, y no menos importante, identificación, regulación y sanción de cualquier tipo de prácticas adicionales que pudieran inducir una influencia indebida del dinero en la política.
En todos estos ámbitos, la democracia chilena ha tenido avances importantes en los últimos años y la Concertación ha sido una impulsora de ellos. Sin embargo, estos logros resultan insuficientes para las exigencias crecientes que hoy plantea la ciudadanía.
8) El PPD rechaza las imputaciones y juicios descalificatorios que dañan la honra y la identidad de nuestra colectividad. La justicia de las críticas, que siempre han sido aceptadas en nuestro partido, se mide por la fuerza de las ideas y las propuestas y jamás por las descalificaciones personales o grupales que éstas contengan.
9) No aceptaremos que este momento difícil sea utilizado interesadamente por poderes políticos o económicos para debilitar nuestra tarea en la lucha por los derechos de los ciudadanos y por la construcción de un país más libre y más justo.
Aprobado Por unanimidad por los miembros de la Directiva Nacional.
Santiago 9 de noviembre de 2006
1) El PPD se hace cargo de la crisis que atraviesa y resuelve enfrentarla decididamente, en todas sus dimensiones.
Algunos miembros de nuestra colectividad se han visto afectados por acusaciones de irregularidades; nuestra decisión es respaldar que cada una de esas acusaciones sea investigada y clarificada ante el país. El PPD no hace defensas corporativas y confía en que la justicia y los órganos respectivos esclarezcan estas situaciones.
Asumimos la presunción de inocencia de los afectados y deseamos que tengan éxito en su defensa.
2) Con la misma fuerza, el PPD es contrario a la cacería de brujas y a las acusaciones irresponsables. Pensamos que la justicia debe operar igual para todos, castigar a los culpables pero también reconocer a los inocentes.
El PPD reconoce que, más allá del resultado de estos casos específicos, dichos casos han revelado problemas del sistema político que estamos resueltos a enfrentar: la falta de transparencia que persiste en el financiamiento de las campañas, la discrecionalidad en la asignación de ciertos fondos públicos, el desempeño de personas sin mérito suficiente en cargos de responsabilidad, las prácticas clientelistas y sectarias. Estas falencias son de la sociedad chilena en su conjunto y no es justo atribuírselas al PPD, sin embargo, como partido nos autoimponemos la tarea de contribuir con toda nuestra fuerza a cambiar estas situaciones.
3) El PPD hace un llamado a la unidad de todos sus integrantes; en nuestro partido nadie sobra, tanto en los momentos buenos como en los malos. Hemos enfrentado muchas adversidades en el pasado y eso nos dará fuerza para enfrentar este momento. Esta nueva dirección, elegida por amplia mayoría y en ejercicio hace 5 meses, está comprometida a iniciar un proceso de reestablecimiento de las confianzas y hacer sentir a cada integrante del Partido la consideración que se merece.
Para que esto tenga una concreción precisa se requiere:
a) Iniciar un proceso que – respetando la institucionalidad del Partido – garantice la adecuada participación y representación a cada integrante y/o corriente de opinión en la toma de decisiones, siempre teniendo como fundamento la democracia interna.
b) El PPD ha realizado y realizará a través de su Presidente conversaciones y diálogos tendientes a garantizar la unidad y cohesión del partido en el marco institucional vigente
c) Para reforzar y garantizar un adecuado comportamiento público de cada uno de los militantes del Partido se propone:
· la reactivación de la Comisión de Ética del Partido, la cual deberá estar integrada por hombres y mujeres de reconocida e intachable trayectoria pública
· el respaldo al Tribunal Supremo y nuestra decisión de fortalecerlo en tanto éste es el garante de nuestra convivencia interna.
d) El PPD inicia a partir del próximo Consejo General, cuya realización queda ratificada para el 24 y 25 de noviembre, un proceso de profunda reflexión y renovación de las bases políticas que dan sentido y fundamento a su acción pública que culmine en el plazo de seis meses con una propuesta de fortalecimiento institucional y politica que ponga al día el Partido con la sociedad chilena, asumiendo las características de una organización moderna, inclusiva, plural, democrática y que considera la ética pública como fundamento de su existencia.
4) Respaldamos con fuerza lo obrado por nuestro Presidente Sergio Bitar y, particularmente, su declaración del día de ayer apoyada por unanimidad hoy. Entendemos que el sentido de esa declaración es atenernos a nuestra institucionalidad y fortalecerla, estableciendo que todo militante de nuestro partido debe sujetarse a los órganos y normas internas, no debilitarlas arrogándose atribuciones que no le competen.
Las palabras del Presidente constituyen una ratificación de la institucionalidad y un llamado a todos a respetarla y mejorarla. Sólo fortaleciéndola saldremos adelante. Las fechas, formas y condiciones con que el Tribunal Supremo tomará sus decisiones son atribución exclusiva de éste.
5) Le solicitamos al Tribunal Supremo que elabore una normativa clara y completa respecto a las medidas que adoptará cada vez que militantes se vean envueltos en acusaciones. Queremos que todo miembro de esta colectividad sea sometido a las mismas normas, independientemente de su rango o perfil público. Dicha normativa deberá establecer en qué circunstancias se suspende la militancia de una persona y cuando corresponde que se suspenda el desempeño de cargos directivos.
6) Valoramos la decisión de los vicepresidentes Girardi y González de suspender el ejercicio de sus cargos. Pensamos que su actitud es un paso adelante para permitir el adecuado funcionamiento del partido y no afectarlo por las situaciones que ellos están atravesando.
7) El Partido Por la Democracia (PPD), como su nombre lo indica, sitúa al régimen democrático en el centro de la organización de la vida política, económica y social. Considera, asimismo, que la democracia es un sistema en construcción y perfeccionamiento continuo, que se inicia, pero no se agota, en la elección libre e informada de los representantes de la ciudadanía en los poderes ejecutivo y legislativo.
Desde su inicio el PPD ha luchado por la recuperación y la profundización de la democracia. En esa lucha ha venido planteando sistemáticamente que nuestro sistema político adolece de imperfecciones que limitan el ejercicio de los derechos de la ciudadanía. Tales imperfecciones, desgraciadamente, son múltiples, lo que nos obliga a abordar distintos aspectos de la generación y uso del poder delegado por los ciudadanos en los organismos de representación superior e intermedia.
Creemos que las denuncias de clientelismo político y malas prácticas en el ejercicio del poder dan cuenta de una realidad que se origina en estas imperfecciones sistémicas, por lo que su solución definitiva, que no puede esperar y que el PPD como partido democrático y ciudadano no cesará de impulsar, requiere de acciones, a lo menos, en los siguientes ámbitos.
a) Reforma del sistema electoral. El sistema binominal que hoy nos rige limita inaceptablemente la representación de las minorías y concede a la negociación de las superestructuras partidarias un poder desproporcionado en la determinación de los representantes populares a expensas del veredicto ciudadano. Para modificar esta situación requerimos legislar sobre la inscripción automática y el voto voluntario, el derecho a sufragar de los compatriotas que residen en el exterior, la ampliación del número de candidatos que pueden postular a los cargos a llenar, ña participación creciente de las mujeres y la adecuada inclusión de las corrientes de opinión minoritarias.
b) Reforma a la ley de los partidos políticos. Dicha reforma debe incluir la certificación oportuna de los padrones electorales por parte del Servicio Electoral (Servel), elecciones directas de las autoridades partidarias por parte de la base militante y simpatizante debidamente supervisadas y fiscalizadas por el Servel, informadas y dotadas de un financiamiento limitado y transparente.
c) Revisión de las normas que regulan el financiamiento público de los partidos políticos para que las corrientes de opinión que representen a la ciudadanía puedan tener una expresión orgánica que cuente con los medios mínimos para un funcionamiento institucional adecuado.
d) Las campañas electorales deben ser reguladas de forma de eliminar la influencia del dinero y garantizar igualdad de condiciones para competir. Para ello, somos partidarios de entregar acceso equitativo a la publicidad radial y en medios escritos a todo candidato y con financiamiento público. De igual manera, la campaña en la vía pública debe regularse determinando lugares definidos y limitados para la propaganda y financiando los gastos con fondos públicos que se entreguen en forma equitativa. Además, las campañas deben limitarse efectivamente a los tiempos definidos por la ley.
e) Término de las prácticas de clientelismo político en cualesquiera de sus formas, lo que requiere reformas en los siguientes ámbitos: 1.- La función pública debe ser eminentemente profesional reduciendo drásticamente los cargos de confianza política, 2.- Los fondos de asignación directa deben restringirse a casos estrictamente excepcionales,3.- Deben regularse profundamente las prácticas de lobby, 4.- tráfico de influencias, 5.- conflictos de interés en los que pudieran incurrir los representantes de la ciudadanía.
f) Por último, y no menos importante, identificación, regulación y sanción de cualquier tipo de prácticas adicionales que pudieran inducir una influencia indebida del dinero en la política.
En todos estos ámbitos, la democracia chilena ha tenido avances importantes en los últimos años y la Concertación ha sido una impulsora de ellos. Sin embargo, estos logros resultan insuficientes para las exigencias crecientes que hoy plantea la ciudadanía.
8) El PPD rechaza las imputaciones y juicios descalificatorios que dañan la honra y la identidad de nuestra colectividad. La justicia de las críticas, que siempre han sido aceptadas en nuestro partido, se mide por la fuerza de las ideas y las propuestas y jamás por las descalificaciones personales o grupales que éstas contengan.
9) No aceptaremos que este momento difícil sea utilizado interesadamente por poderes políticos o económicos para debilitar nuestra tarea en la lucha por los derechos de los ciudadanos y por la construcción de un país más libre y más justo.
Aprobado Por unanimidad por los miembros de la Directiva Nacional.
Santiago 9 de noviembre de 2006
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